La banda alemana, fundada a mediados de los años 60, se presenta este jueves en Bogotá en el marco de su «Crazy World Tour» junto a la agrupación británica Whitesnake.
“Recuerdo estar sentado un martes en la tarde en un bar en San Francisco, California. Yo era la única persona allí. Tenía el corazón partido porque la mujer que había amado durante siete años me dejó, así que fui a desahogarme un rato. Ya iba por la cuarta cerveza y escuché esa voz tan particular y hermosa, era Klaus Meine cantando Still Loving You, esa fue la primera vez que en realidad puse atención a una de las canciones de Scorpions”, cuenta Óscar Salgado, un melómano de corazón que vive hace más de tres décadas en Estados Unidos y que además es coleccionista de la “buena música”, como él la llama.
La agrupación, formada en Hannover (Alemania), por Rudolf Schenker y Wolfgang Dziony, solía llamarse Nameless (“sin nombre” en español). En ese momento el vocalista no era Klaus, sino Rudolf, quien además tocaba la guitarra. Klaus llegó tiempo después, en el año 1969, junto a Michael Schenker en la guitarra. En sus inicios tocaban canciones de otras bandas que en ese tiempo sonaban por todas partes, los Beatles y los Rolling Stones eran unas de ellas. También tocaban temas propios que componían y cantaban en alemán, teniendo un éxito local bastante grande y posicionándose en Alemania como una de las bandas de hard rock más escuchadas.
Después de consolidarse de manera local, decidieron internacionalizarse empezando a componer e interpretar canciones en inglés. A comienzos de los años 70 firmaron con Brain Records, empacaron sus maletas y se fueron a Hamburgo a grabar el que conocemos hoy en día como su álbum debut: Lonesome Crow, que además lograron tener listo en solo una semana. La banda tuvo varios cambios en ese entonces, Michael se retiró y se separaron por un tiempo; sin embargo, Scorpions siguió su camino hacia la interlacionalización cuando firmó con la disquera RCA Records y nació el segundo álbum de estudio: Fly to the Rainbow.
Dierks, que era una persona creativa, le sugirió a la banda intentar cosas nuevas, que funcionaron perfectamente para abrirse a nuevos mercados y a nuevos lugares del mundo. Pero su sonido empezó a escucharse en Estados Unidos a finales de los 70, cuando el guitarrista Uli Jon Roth renunció a la banda y tuvieron que cancelar la primera gira que iban a realizar en ese país. En su reemplazo llegó Matthias Jabs, con quien grabaron el famoso Lovedrive, y finalmente pudieron llevar a cabo la importante gira. Luego vino Animal Magnetism, que lanzaron en marzo de 1980 y, luego de su éxito, la banda se enfrentó a un gran problema.
En 1981 Klaus Meine presentó problemas serios con las cuerdas bucales, los pronósticos no eran nada favorables, e incluso varios médicos le dijeron al cantante que debía dejar su carrera musical por completo. Klaus pensó en abandonar Scorpions, pero sus colegas no lo dejaron, siempre tuvieron claro que lo iban a esperar el tiempo que fuese necesario, pues él era una ficha irremplazable en Scorpions, y lo sigue siendo hasta el día de hoy.
Uno de sus sencillos más destacados alrededor del mundo es Wind of Change, que Klaus escribió dos meses antes de la caída del Muro de Berlín y que además se convirtió en un himno para expresar el descontento por la situación social, económica y política en Europa y el mundo en esa época. Su álbum más reciente es Return to Forever, publicado en 2015, y sus miembros actuales son Klaus Meine, Matthias Jabs, Rudolf Schenker, Paweł Maciwoda y Mikkey Dee.
La banda viene a Bogotá después de una década en el marco de su Crazy World Tour, esta vez junto a la banda británica de hard rock Whitesnake, fundada en 1978 por David Coverdale. En el concierto programado en el Movistar Arena este jueves darán a los asistentes una dosis inigualable de rock clásico.