Gabriela Montero dedicó su concierto en Nueva York a la emigración

La pianista venezolana, Gabriela Montero, triunfó este viernes en el concierto que dio en Nueva York, el cual estuvo dedicado al tema de la emigración y con el que se siente conectada al llevar doce años sin haber regresado a su país por razones políticas.

 La pianista venezolana Gabriela Montero / Foto: Archivo

Montero volvió a demostrar su pericia técnica al interpretar temas complejos que fueron muy aplaudidos por un público exigente que se reunió en la sala 92NY, un prestigioso punto de referencia de la música clásica en el barrio del Upper East Side piezas de tres grandes autores rusos: Sergei Prokofiev -Sarcasmos y la Sonata de Piano número 2 en Re menor-, Sergei Rachmaninoff -Sonata de piano número 2 en Si bemol menor- e Igor Stravinsky (Sonata de piano).

Estos autores fueron elegidos por Montero por su trayectoria vital: los tres tuvieron sus diferencias políticas con la Unión Soviética en su momento y se exiliaron momentánea o definitivamente, eligiendo Estados Unidos como patria de acogida, explicó la venezolana a EFE.

También la familia de Montero abandonó Venezuela por sus diferencias con el chavismo hace más de veinte años, y si bien ella regresaba regularmente a su país, dejó de hacerlo hace 12 años por lo que llamó su «activismo frontal» contra la administración de Nicolás Maduro. Durante un tiempo, Montero utilizó el escenario para, además de interpretar su música favorita, hacer llegar al mundo las condiciones que sufre el pueblo venezolano.

Sin embargo, entendió que no era eso lo que el público esperaba de un artista.

«Al artista se le ve como alguien que trae belleza y poesía a tu vida, y cuando el artista usa el escenario como plataforma de denuncia, ya no es ese ser que trae fantasía, y el público desconecta contigo», dijo.

Por ello, la criolla dejó de lanzar mensajes políticos explícitos y prefiere expresarse solo con la música, además cree que ya todo el mundo comprende lo que pasa en Venezuela.

En el concierto de este viernes en Nueva York la artista volvió a demostrar su pericia técnica al interpretar temas complejos que fueron muy aplaudidos por un público exigente.

Pero la pieza más original, con la que cerró el concierto, no fue una composición de ningún genio ruso, sino una improvisación de la propia venezolana sobre las imágenes de la película muda de Charlie Chaplin «El inmigrante» (1917)

Fuente: EFE / A / RDG

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