Celia Cruz, la Reina de la Salsa, ya no está para escucharla gritar su inconfundible «¡Azúcar!», pero queda su enorme legado musical
Hace 19 años la música perdió a una de sus hijas más virtuosas. Celia Cruz, la Reina de la Salsa, dejó de existir físicamente el 16 de julio de 2003, pero su legado continúa muy vivo.
La voz de la Guarachera del Mundo se apagó tras perder la batalla contra un cáncer cerebral. Quien fuera símbolo de alegría y cubanía se llevó a la tumba un gran deseo sin cumplir: ver a su isla natal libre del régimen castrista.
Celia irrumpió en la escena musical habanera junto a la Sonora Matancera, orquesta con la que brilló como vocalista durante 15 años. Luego de que los Castros llegaran al poder, la cantante abandonó el país rumbo a México, desde donde su carrera comenzó a expandirse a otras latitudes en la década de los años 60.
Después llegó a EEUU para instalarse en New Jersey, donde vivió hasta el fin de sus días junto a su gran amor, a quien llamaba cariñosamente “cabecita de algodón”, el músico Pedro Knight.
Desde el exilio y sin poder regresar a su querida Cuba, donde la dictadura prohibió que se escucharan sus canciones, Celia Cruz se convirtió en esa figura icónica que significaba una mezcla de añoranza y esperanza a la vez, además de todo lo que su valor artístico ha aportado a la música latina.
Aunque fue la salsa el sonido que la catapultó al estrellato, variedad no faltó en su repertorio. La Reina de la Salsa, como se dio a conocer en los grandes escenarios del mundo, también interpretó otros ritmos tropicales como el son, la guaracha, el guaguancó, la rumba y el bolero.
Fue precisamente su versatilidad como artista, además de su inigualable carisma, lo que le permitió cautivar público de diversas culturas e idiosincrasias.
Con su estilo, humildad, talento y empatía humana, Celia Cruz ponía a bailar por igual a latinos, asiáticos o africanos, que sentían lo que ella transmitía al escuchar su inconfundible grito de ¡Azúca’! en cualquier rincón del mundo por donde anduvo o desde cualquier tarima que pisó en festivales de música.
Por eso sus fans y colegas de la industria la recuerdan con tanto cariño. Para Omer Pardillo, quien fuera su amigo y mánager durante más de una década, es imposible olvidarla.
“A 19 años de su partida física, la recordamos siempre. Dicharachera, feliz, cantando, amiga, esposa, hermana, pero sobre todas las cosas, gran artista y cubana. Su legado sigue más vivo que nunca porque aún tiene mucho que enseñarnos y mucho que guiarnos. Su talento seguirá siendo único y universal en su estilo insuperable e inigualable”, dijo el albacea del legado de Celia Cruz, Omer Pardillo, en un post en Instagram que también fue publicado en el perfil de la cantante en esa red social.
Para conservar la memoria de Celia, Pardillo ha realizado varios proyectos. Uno de ellos es un musical sobre la vida de la cantante, que se estrenó en Miami, en el que la cubana Lucrecia interpreta magistralmente a la Guarachera de Cuba. En Miami también fueron exhibidos algunas de las prendas de vestir que utilizó la intérprete de La vida es un carnaval, tema que la revista estadounidense «Rolling Stone» seleccionó entre las mejores 500 canciones de todos los tiempos.
En el Museo Nacional del Latino Estadounidense del Smithsonian se exhibe un vestido con la bandera cubana que perteneció a la cantante.
«Tengo el honor de preservar tu legado. Naciste en Cuba, pero te has convertido en Patrimonio de la Humanidad. Tu legado siempre vivirá gracias a todo el amor, respeto y lealtad de tus fanáticos. Sabes cuanto te extraño y cuanto hago a diario para mantener viva tu memoria. Sigo luchando por mi compromiso contigo de que tengas una estatua en el Central Park de tu ciudad, Nueva York”, expresó Pardillo en una anterior publicación en sus redes sociales.
Celia Cruz: La Bandera que Canta, que mezcla la voz hablada de la cantante con la melodía del músico y compositor cubano Pável Urkiza, es una de las apuestas de Celia Cruz Entertainment por mantener vivo su legado.
«Me llena de muchísimo orgullo haber sido el coautor intelectual de este gran proyecto, donde Celia, una vez más se convierte en una figura que va más allá de su tiempo al ser el centro de este nuevo fenómeno musical que denomínanos Música Hablada o talking music en inglés», dijo Omer Pardillo a Diario de Cuba.
Fuente: Agencias / DLA / ED / RDG